En este artículo compartimos un caso real de una paciente que ha conseguido mejorar su autoestima y que lo retrata a la perfección en una carta que se dedica a ella misma.
Existen diferentes motivos y objetivos que nos llevan a pedir la primera cita con un psicólogo. Algunos de nuestros pacientes acuden por problemas de ansiedad, consumo de alcohol, quieren mejorar la relación de pareja.
Es normal que cada paciente tenga un motivo de consulta diferente. Todos somos individuos únicos y presentamos nuestras propias preocupaciones.
Sin embargo, a pesar de las diferentes demandas de nuestros pacientes, podemos encontrar un factor común en cada uno de ellos cuando plantean sus objetivos: la autoestima.
La Autoestima en consulta
Como abordamos en artículos anteriores, la autoestima es un concepto ambiguo y que genera dudas ¿Qué es realmente una buena autoestima? ¿Qué autoestima “deberíamos” tener?
- Quizás te interese: Infografía sobre la Autoestima.
En primer lugar, hay que reconceptualizar cómo se construye este concepto y en que se traduce el término autoestima.
Cuando hablamos de autoestima estamos refiriéndonos al valor que nos damos a nosotros mismos: en nuestro comportamiento y aspecto global. Este valor no corresponde con una serie de baremos numéricos. Se construye a través de nuestras acciones, la interacción con nuestro entorno y la apreciación que tenemos de ellas según nuestros valores vitales.
“Quiero subir mi autoestima”, “busco sentirme mejor conmigo mismo”, “no me gusta como soy”, “tengo un problema de autoestima”…
Este fue el caso de nuestra paciente S. Cuando comenzó su proceso terapéutico planteaba, acompañado de otros objetivos, “tener una mejor autoestima”. Para una adolescente como S. el valor de su cuerpo y personalidad eran factores claves para vivir mejor consigo misma. Al finalizar el proceso terapéutico S. nos dejó una carta que escribió para sí misma. Un mensaje de aceptación y valoración.
- Te puede interesar: 5 razones para ir al psicólogo.
Caso real: carta a mí misma
A continuación compartimos contigo una carta muy personal que retrata a la perfección el proceso de crecimiento y trabajo en consulta de la autoestima que vivió la paciente S.
Querida S.
Aunque a veces no lo veas, hay muchas cosas que valoro de ti. La que más, que estas aprendiendo mucho de tus errores, de lo que haces mal, lo que haces bien y lo que no haces. Has sido capaz de manejar tus emociones en momentos que antes no podías, estando más calmada. Valoro la implicación con los problemas que hay en el mundo (aunque a veces te de tanta impotencia el no poder hacer nada), la ayuda que ofreces a tus amigos siempre que te lo piden, y cuando no lo hacen, la ayuda que das a tu familia y las pocas veces que eres cariñosa.
Eres atenta e inteligente, y sé que podrás hacer algo grande.
Como todos tienes muchas cosas que mejorar, y no todo son cosas buenas. Eres muy cabezota cuando crees que tienes razón, a veces pierdes la paciencia muy rápido o se te van las formas. Sé que si quieres puedes ser más agradecida muchas veces y valorar más las cosas que tienes delante.
Lo más importante es que estás aprendiendo a no quedarte estancada, que en la vida te vas a encontrar muchas situaciones difíciles, que no pasa nada porque te afecten, pero que todo se supera y perdona. Hay que aprender a soltar las cadenas que colgamos con nuestro pasado y seguir adelante sin acumular cosas.
Eres una chica muy guapa, tienes buen cuerpo, y es normal que muchos días no lo veas o te sientas horrible; pero valoro que estés haciendo un esfuerzo por mirarte al espejo al día siguiente con una sonrisa.
Mensaje para S. del pasado (al comenzar la terapia): no te preocupes que no todo es tan oscuro, lo vas a superar más rápido de lo que crees y aprenderás mucho de ello.