En este artículo vamos a tratar la fobia, la ansiedad y los ataques de pánico que suelen ir asociados a este problema psicológico. Contestaremos a preguntas tales como: ¿Qué es una fobia? ¿Cómo saber si tengo una fobia? ¿Cómo saber si sufro ataques de pánico? ¿Qué diferencia hay entre fobia y miedo? ¿Qué relación hay entre los ataques de pánico y la fobia? ¿Y entre la agorafobia?
¿Cómo saber si tengo una crisis de ansiedad?
Tal como abordamos en anteriores artículos los síntomas que se describen son indicadores de estar sufriendo una crisis de ansiedad.
- Quizás te interese: Ataques de pánico: miedo al miedo y agorafobia.
Esta situación es bastante más común de lo que imaginamos. Ya sea por la cantidad de gente que utiliza el metro, las condiciones de ventilación o nuestro propio estado físico; hemos podido experimentar alguno de los puntos siguientes:
- Sentir que el corazón se acelera, ganas de vomitar, mareo, dolor en el pecho o sudar en exceso…
- Pensar que puede pasarnos algo peligroso, caer enfermos o perder la consciencia en el tren…
- Buscar la salida más cercana y abandonar el vagón en cuanto podemos.
- Pensar en alternativas para acabar nuestro viaje (subir a la calle y andar, coger un autobús o taxi…).
¿Cómo saber si tengo una fobia?
Cuando un ataque de pánico se asocia a un evento o situación específica podemos experimentar un miedo intenso a volver a encontrarnos en ese momento. En estos casos utilizamos el término Fobia para referirnos a un problema psicológico que nos dificulta entrar en contacto con situaciones específicas.
Hoy hemos elegido el ejemplo del metro para escenificar como una crisis de ansiedad puede asociarse intensamente a un evento concreto. Otros ejemplos comunes pueden ser: fobia a los animales, a volar, conducir, fobia social…
¿Cuál es la diferencia entre miedo y fobia?
Si bien todos podemos experimentar un episodio de ansiedad o malestar en el metro, no todos condicionamos nuestra vida a esta situación. Cuando un problema, nos dificulta la actividad diaria y nuestra relación con el mundo estamos ante un problema psicológico.
“Tengo miedo a situaciones en las que no hay salida, me comienzo agobiar cuando estoy en el metro, tengo la sensación de que tengo que tener todo controlado para evitar esa sensación de angustia.”
En el caso de la fobia, podemos atender a varios criterios para diferenciarlo del miedo entendido como común.
- Las emociones relacionadas con ansiedad y miedo comienzan a agravarse condicionando nuestra vida.
- Los pensamientos relacionados con la situación o evento que nos provoca miedo son recurrentes, condicionando nuestra forma de actuar.
- Cambiamos nuestra forma de actuar evitando aquello que tememos.
En el ejemplo del metro:
- Hacemos el camino largo hasta el trabajo para evitar ir en metro.
- No quedamos con amigos porque la única manera de llegar es usando este medio de transporte
- Necesito que alguien venga conmigo cada vez que uso el metro.
¿Cómo puedo superar una fobia?
Superar los problemas de ansiedad es un proceso que puede resultar difícil si no contamos con la ayuda adecuada. En ocasiones, ciertas aproximaciones hacia la situación o elemento que nos produce ansiedad pueden agravar el problema. Algunas claves importantes son:
- La ansiedad tiene un fin. Aunque podemos experimentarla de forma prolongada e intensa, finalmente se produce una disminución si nos mantenemos en la situación temida.
- Podemos actuar según nos lo propongamos si nos mantenemos focalizados en nuestras metas, aprendiendo a manejar nuestros pensamientos y emociones.
Si te encuentras en esta situación y experimentas ansiedad ante diferentes eventos o situaciones la terapia psicológica puede ayudarte a superarte a favor de tus objetivos.
“Falta poco para las 9:00 de la mañana. Es Martes y soy una de entre 1.500 pasajeros hacinados en un vagón de metro de la línea Bakerloo, que se dirige al centro de Londres.
Hace calor, huele mal y está atestado como todas las mañanas, pero hoy hay algo diferente.
Cuando nos detenemos en un túnel -un hecho común para quienes usan regularmente el subterráneo de Londres- me empiezo a sentir repentinamente mal. Siento hormigueo en mis dedos, mi corazón late aceleradamente y apenas puedo recobrar el aliento. Presa del pánico, temo que me esté dando un ataque al corazón y comienzo a temblar.
Después de lo que parece una eternidad, paramos en la estación de Baker Street y salgo precipitadamente del vagón. Cuando por fin estoy afuera, empiezo a sentirme mejor.”
Sezy Klein