¿Cuándo debo llevar a mi hijo a un psicólogo infantil?

Existen distintos casos en los que un padre o madre se pregunta ¿cuándo debo llevar a mi hijo al psicólogo? En ocasiones, podemos observar que hay situaciones en las que nuestro hijo tiene problemas. Y podemos cuestionarnos si carece de herramientas que ya debería haber desarrollado a su edad.

Esto se debe a que durante la infancia comenzamos a conformar nuestra identidad, experimentamos nuevas emociones y aprendemos a manejarlas, nos desarrollamos en la sociedad, descubrimos que hay normas que seguir… Son unos años de extremada vulnerabilidad. Los cambios se producen con mucha rapidez, todavía no se tienen las herramientas adecuadas para manejar determinadas situaciones. Constantemente están apareciendo nuevos retos…

En este artículo vamos a contestar a la pregunta sobre cuándo llevar a un hijo al psicólogo infantil.

¿Cuándo llevar a mi hijo al psicólogo?

Cuando las dificultades en la educación y desarrollo de nuestro hijo generan problemas en la convivencia… Cuando observamos que el estado de animo del menor ha cambiado…  Ante estas señales, es importante detectar cuáles son los factores que están impidiendo su óptimo desarrollo.

Además, para saber si debemos llevar o no a un hijo al psicólogo, podemos pensar en si alguna vez, hemos tenido algunas de las preocupaciones siguientes, que son muy frecuentes entre los padres que tienen hijos con problemas:

  • Problemas de conducta: Ira excesiva, rabietas intensas o frecuentes, desobediencia sistemática, agresividad acompañada de mordiscos, patadas, …
  • Falta de habilidades sociales.
  • Problemas en el control de los esfínteres.
  • Desinterés por las actividades con las que antes se lo solía pasar bien.
  • Insomnio, pesadillas reiteradas, somnolencia excesiva.
  • Bajo rendimiento escolar.
  • Inatención, hiperactividad, impulsividad.

Es muy probable que cualquiera de estas problemáticas aparezca durante la infancia. Es crucial analizar la duración, las posibles causas y el grado de malestar que producen en el menor, en la convivencia familiar o escolar.

¿Diferencias entre la terapia infantil y adultos?

El proceso terapéutico se llevará a cabo con padres y niños. Al trabajar con un menor de edad, el código deontológico nos obliga a tener el consentimiento informado de los responsables del niño y a informarles de la evolución del proceso terapéutico.

Además, los adultos deben estar implicados en el proceso. Ellos tendrán un papel fundamental para alcanzar el éxito. El problema puede estar relacionado con situaciones de interacción padres/hijos o los adultos actuaran como co-terapeutas para que en el contexto cotidiano del niño se mantengan los cambios que se trabajan en terapia.

Sin embargo, para saber cuándo debemos llevar a un hijo al psicólogo, debemos pensar que en algunos aspectos, son igual a cualquier otra persona. Si tu hijo está sufriendo por cualquier motivo que no termina de desaparecer pasado un tiempo, quizás necesite ayuda profesional.

¿Cómo es el trabajo con los padres?

Es crucial que las personas del entorno del menor conozcan cómo deben actuar para ayudar al niño. Por ello, la explicación de por qué se ha mantenido la situación problemática y los principales procesos de aprendizaje serán elementos fundamentales en la intervención psicológica. De esta forma trabajamos para garantizar no sólo el éxito de la terapia sino el mantenimiento a largo plazo.
A lo largo del proceso terapéutico los padres se adentrarán en un proceso de psicoeducación. Aprenderán cómo promover los comportamientos y actitudes positivos para el niño y cómo prevenir o eliminar las conductas problemáticas.

Este proceso proporcionará a los padres unos conocimientos y recursos que podrán poner en práctica para intervenir y/o prevenir en un futuro. Para ello en sesión se trabajará con los padres:

  • Explicación de conocimientos básicos sobre aspectos relativos al desarrollo infantil.
  • Nociones básicas sobre modificación de conducta y control de contingencias: uso eficaz del reforzamiento, uso del modelado y el moldeamiento…
  • Habilidades para:
    • Comunicación.
    • Resolución de problemas.
    • Manejo adecuado del comportamiento y el establecimiento de límites.

A lo largo del proceso, el psicólogo, además de ayudar a resolver los problemas que presenta el menor, dotará a los padres de los conocimientos prácticos. De esta forma, se aprende a manejar los problemas actuales y futuros del niño.

Gracias a la adquisición de los principios de aprendizaje, los padres serán capaces de y que sean capaces de: modificar con éxito la conducta de sus hijos, generalizar esos aprendizajes y modificar las conductas problemáticas que puedan ir apareciendo.

¿Qué caracteriza a la terapia infantil de Alcanza Psicólogos?

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Nuestros psicólogos infantiles cuentan con un conocimiento amplio sobre las características específicas que debe tener este tipo de terapia. Si te estás preguntando ¿cuándo llevar a mi hijo al psicólogo? nosotros te podemos ayudar con nuestra primera sesión gratuita.

Es importante conocer el proceso evolutivo del niño, teniendo en cuenta las variables individuales de cada uno (edad, cultura, sexo…). Así como poseer las habilidades adecuadas para el trabajo con adultos que forman parte del contexto habitual del menor.

Además, se tiene que tener la habilidad de comunicación adaptadas a los distintos niveles de comprensión de los niños. Es fundamental saber implicar a los niños en la terapia a través de juegos adaptados, contratos conductuales, ambiente agradable…

Todas estas habilidades las poseen los especialistas de nuestro equipo, para garantizar que el proceso terapéutico con los niños sea individualizado y adaptado a cada caso concreto.

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